LA LUCHA DEL TANGA Y LA BRAGUITA CONTINÚALa puerta daba al cuarto de la colada y el lavabo estaba en el otro extemo. Me lavé, me sequé y emprendí el camino de la cocina. En el cuarto de la colada me llamó la atención una cuerda que iba de pared a pared. De ella colgaba una serie de bragas semejantes a una tertulia de muchachas risueñas. Las había azules, rosas, blancas y doradas. Eran demasiado delicadas y pequeñas para ser de la señora Parrish. No podían adornar otra cosa que la gloria de mi vida. ¡Maldición"
(fragmento de "Un año pésimo" , de John Fante)